Según una nota del instituto armado, la Guardia Civil vigilaba una finca tras saber por una denuncia que se había producido un hurto en la zona, un naranjal vallado en el que observaron varios sacos de naranjas apilados y a un grupo de cinco personas que arrancaban las naranjas de las ramas a tirones.
La manera de recolectar los frutos es cortando los pedúnculos con alicates por lo que los agentes dieron el alto a estas personas que huyeron corriendo por el naranjal.
Los agentes localizaron una zona de la valla metálica que estaba hundida, posiblemente por causa de los autores del hurto y entraron a la finca y tras una persecución de varios kilómetros campo a través detuvieron a dos de los huidos.
Posteriormente se avisó al dueño de la finca y se pesaron las naranjas que estaban apiladas para llevárselas.
A los detenidos se les han imputado delitos de hurto y las naranjas recuperadas se entregaron a sus propietarios, si bien no podrán destinarse a su comercio habitual ya que se deterioran mucho al no haber sido recolectadas correctamente.