Entre 2012 y 2014 la empresa de distribución mantuvo congelada su plantilla en unas 74.000 personas, mientras que en 2015 la elevó en mil, según datos de Mercadona, cuyo presidente ha achacado el repunte de 2016 a que su apuesta por los alimentos frescos requiere «mucha gente».
«Estamos muy orgullosos porque generar empleo es contribuir al desarrollo de España», ha subrayado Roig, quien ha defendido los sueldos que paga Mercadona, que para este año prevé una subida salarial del 1,6 por ciento.
La cadena, que copa el 23 por ciento del mercado del gran consumo (alimentación y droguería) en España, mantiene su intención de abrir sus primeras tiendas en el exterior en Portugal en 2019, al tiempo que reforzará su apuesta por los frescos, segmento de mercado que en la actualidad centra la batalla en los «súper».
La compañía pagó 250 millones de euros en impuestos de sociedades y tributos locales, así como casi 580 en Seguridad Social, ha explicado Roig, quien ha asegurado que Mercadona paga lo que debe -lo que marca la ley- y ha subrayado que los que más tienen son los que tienen que pagar.