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Distribución convencional crea fuerte empuje en consumo de alimentos ‘eco’

El creciente interés de la distribución convencional por lo bio, junto con el aumento de producción y elaboración ecológicas y la incorporación de firmas agroalimentarias convencionales en ofertar alimentos eco son algunas de las claves que explican el fuerte incremento de su consumo de los últimos años.

Según un estudio sobre caracterización del sector ecológico en 2015, el mercado interno de alimentos ecológicos ha registrado un fuerte alza -de un 24,5 por ciento- respecto a 2014, hasta 1.498 millones de euros.

De hecho, en el periodo 2011-2015 el gasto per cápita ha aumentado el 56,6 por ciento y ha alcanzado los 32,3 euros, y se prevé que en 2016 se mantenga ese crecimiento de dos dígitos.

Este repunte ha sido también posible porque la producción y elaboración ecológica se ha situado en 2015 en casi 1,7 millones de toneladas, el 26,2 por ciento más frente al año anterior, en la mayoría de las principales líneas de productos, con lo que "fue posible encontrar más productos ecológicos en la cadena de valor", añade.

López destaca, además, la apuesta firme de las cadenas de hipermercados convencionales (entre un 14 y 18 por ciento de la cuota de mercado de productos eco) por incluir un surtido más amplio de alimentos ecológicos, dedicarles más zonas de venta y desarrollar su marca blanca bio, que han dado más visibilidad a los eco.

Este hecho ha influido de manera decisiva en el aumento de su consumo por una cuestión lógica, apunta López, porque "hay una mayor exposición del producto ecológico", acorde a las nuevas demandas del cliente de alimentación convencional, que se preocupa por temas de salud o medioambientales, y muestra interés por estos alimentos.

A su juicio, en el canal especializado, los súper ecológicos -que tienen entre el 40 y el 45 por ciento de la cuota de mercado- "se han puesto las pilas", ya que aumenta el número de superficies de venta 100 por ciento ecológicos, de tamaño mediano y grande en formatos de proximidad.

Ambos modelos, el convencional y el especialista, tienen que ser complementarios y no antagónicos para asegurar el desarrollo futuro del producto ecológico en el mercado interior.

Así, según el estudio, el canal especialista puede asumir el papel de "referencia" para consumidores que deseen acceder no sólo a los básicos del surtido, sino a las especialidades difíciles de encontrar en el convencional.

La distribución convencional, por su dimensión y estructura, puede ser una vía de salida para las producciones de medianos y grandes operadores ecológicos, mientras que las de los pequeños, con más dificultad para adaptarse al ritmo de compra y requisitos del convencional, la tendrían en el canal especialista.

Clave será también, recalca López, el mensaje que den en relación al producto ecológico (método de producción que prescinde de productos químicos de síntesis, sujeto a unas reglas comunitarias y garantizados mediante certificación).

En su opinión, deben ser mensajes ajustados a la naturaleza del producto y claros para que el consumidor decida con conocimiento sobre su composición, su nivel de calidad, su origen, su impacto ambiental y su precio, de lo contrario se genera "confusión, incluso frustración y rechazo" que iría en contra del crecimiento del sector ecológico.