La lechuga es una de las hortalizas de hoja verde que más consumen los holandeses. Una de las claves para entender esta realidad ha sido el cambio en los últimos años de unos pocos productores de más edad que producían en los meses de invierno a viveros de lechugas bajo iluminación LED o con sistemas de riego por canalización. Debido a este cambio, la superficie se mantiene estabilizada, prolongando incluso entre dos y tres semanas su comercialización.
De hecho, antes la lechuga holandesa se podiá encontrar en las estanterías de los supermercados hasta la semana 45 y en la actuliadad, los consumidores holandeses ya pueden disfrutar de este producto de hoja hasta la semana 47-48, compitiendo en el mismo perídodo con la oferta española de lechuga, que empieza a penetrar con fuerza de origen español, produciéndose un solapamiento en la oferta, compitiendo por vía calidad y precio.