García Bernal se ha reunido en el Ayuntamiento de esta localidad pacense con agricultores y representantes de cooperativas y de la industria de este sector, ha informado la Junta en un comunicado.
En este encuentro, la consejera y los directores generales de Política Agraria Comunitaria, Yolanda García, y Agricultura y Ganadería, Antonio Cabezas, han analizado la actual campaña del ajo, que está a punto de finalizar en el campo, si bien se encuentra en plena fase de procesado y embolsamiento del producto.
Durante la campaña, que ha durado alrededor de mes y medio, las fábricas permanecen activas las 24 horas del día y se establecen turnos de trabajo, por lo que se necesita una importante cantidad de mano de obra, mayoritariamente femenina, que se dedica principalmente a labores de clasificación y pelado.
Además, según la Junta, el sector presenta una fuerte orientación exportadora, principalmente al mercado europeo, pues entre el 80 y el 90 por ciento de la producción regional se exporta a Portugal y República Checa, aunque también a Brasil.
Las importaciones, sin embargo, no presentan una gran relevancia en cuantía, aunque ambos mercados condicionan el proceso de oferta/precios en el conjunto del mercado interior.
Además de la superficie cultivada en Tierra de Barros, numerosos cultivadores de Aceuchal han comenzado a sembrar también en Portugal, entre otras razones por la escasez de agua para riegos que demanda este cultivo.
En la estimación que baraja la Consejería para los nuevos regadíos de Tierra de Barros, Aceuchal puede tener una incidencia enorme, ya que podría afectar a unas 2.000 hectáreas, según el Ejecutivo regional.
Por ello, durante la reunión, Begoña García Bernal ha explicado a los profesionales del sector los planes de su departamento para impulsar el nuevo regadío de Tierra de Barros, que afectará de lleno a esta localidad.
En ese estudio, la consejera ha recordado que en estos días se acaba de adjudicar la redacción del estudio de viabilidad de los regadíos de Tierra de Barros, y que antes de 10 meses deberá estar ultimado ese trabajo, como fase previa e ineludible para poner en marcha los nuevos regadíos.
Una posible feria del ajo en la localidad y la posibilidad de una marca de calidad para el producto han sido otros temas abordados en la reunión de trabajo.