Esta nueva tecnología, diseñada por Repsol, trata de una solución que posibilitará la fabricación de nuevos plásticos para acolchado cuya principal novedad radica en que, tras su uso, se transforman en agua, biomasa y CO2, informó el CIT Adesva, con sede en Lepe (Huelva), en un comunicado.
Los microorganismos presentes de forma natural en el suelo activan este proceso de biodegradación, por lo que esta nueva tecnología evita, por tanto, la necesidad de retirar el film del campo tras la cosecha.
Por tanto, este film de polietileno biodegradable complementará el sistema actual de gestión de residuos plásticos agrícolas, y descarta cualquier impacto medioambiental negativo que pudiesen producir los restos de plásticos convencionales tras su retirada; por ello, esta novedosa tecnología contribuye al respeto con el medio ambiente.
Asimismo, los nuevos materiales biodegradables de Repsol para acolchado conservan las funcionalidades requeridas de las películas de polietileno convencionales: estabilizar la temperatura, evitar la germinación de malas hierbas y preservar los nutrientes y la humedad del terreno, y así reducir el consumo de agua y fertilizantes.
Igualmente, las películas hechas con este nuevo material biodegradable tienen las mismas propiedades mecánicas de los fabricados con polietileno convencional, lo que permite su transformación con maquinaria estándar y su instalación en el campo de manera idéntica a los convencionales.