Las mismas fuentes valoraron la "calidad excepcional" de esta temporada por el buen tiempo y la por la ausencia de incidencias fitosanitarias relevantes, en especial la inexistente aparición de hongos.
Coag ha reseñado que el precio de venta oscila entre los 45 y 50 céntimos por kilo, una cifra que ha calificado de "rentable" para los agricultores y que, con los incrementos oportunos para su distribución, puede llegar a los consumidores a un precio más que razonable, habida cuenta que sustituye para el consumo a la patata vieja que, lavada, está disponible en la actualidad, en especial de procedencia francesa.
Coag ha señalado que esta campaña puede contribuir a mejorar "la más que regular" campaña de hortalizas de invierno a punto de concluir y que termina sin beneficios para los agricultores y, al mismo tiempo, permite a los consumidores disponer de un producto de "altísima calidad" que han de demandar en sus comercios habituales para que lo incorpore en sus catálogos y anaqueles y estanterías.