Tras el último Consejo de Ministros de Agricultura del 14 de marzo, la Comisión se comprometió a prorrogar un año más las medidas excepcionales aprobadas tras el veto ruso cuya aplicación concluía el próximo 30 de junio, así como a estudiar la petición española de incrementar los precios de retirada en frutas y hortalizas.
Para Cooperativas-Agroalimentarias, "las medidas excepcionales para paliar los efectos del veto ruso deberían aprobarse con suficiente antelación, disponiendo cupos suficientes para todos las producciones de frutas y hortalizas amenazadas".
Desde esta organización también han recomendado que las instituciones comunitarias intensifiquen sus esfuerzos "para normalizar las relaciones comerciales" de la Unión Europea con Rusia, "destino estratégico actualmente irremplazable para las exportaciones comunitarias".
El responsable nacional del sector de hortalizas de Asaja, Francisco Vargas, ha valorado que los ministros europeos hayan tenido en cuenta que son necesarias medidas de ayuda ya que "la crisis de mercado es real", pero cree que son insuficientes y que "habría que ampliar el número de productos a las que van destinadas.
Cristóbal Aguado, el responsable del sector citrícola de Asaja, ha sido muy tajante al calificar de "pura calderilla" las medidas compensatorias puestas hasta la fecha para compensar el veto ruso, y que supuso sólo en la Comunidad Valenciana unas pérdidas de 70 millones de euros en los primeros meses.
Entre las frutas y hortalizas que no están sujetas a las medidas excepcionales por el veto ruso ha mencionado a la berenjena, el calabacín, la sandía y melón.
A éstas, el responsable sectorial de COAG, Andrés Góngora, añade la fresa, la zanahoria, la patata, la alcachofa y el brócoli.
Góngora también ha hablado de la existencia de una "crisis estructural del sector hortofrutícola europeo, no sólo español", por lo que a su juicio hay que "abrir a todos los productos" los mecanismos tanto ordinarios como extraordinarios de gestión de crisis.
"El plan de reestructuración habría que plantearlo en otros términos, fijarse en cuáles son nuestros clientes a la hora de gestionar una crisis de precios"; para ello -ha apuntado-, "son necesarios mecanismos de mercado y sistemas de retirada potentes y universales, que no sean de organizaciones de productores".
Desde UPA también han apuntado la necesidad de "conocer las cantidades que se podrían retirar y el presupuesto disponible".
Esta asociación agraria ha criticado que la UE "mire para otro lado ante el hecho de que algunos sectores -sobre todo hortícolas- sufren también una grave crisis de precios".
