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Start-up lanza tecnología que analiza movimientos de consumidores en tiendas

La empresa emergente Proximus, que opera en el Vivero de Empresas del Parque Científico de la Universidad Carlos III en Leganés, ha desarrollado una tecnología que permite seguir y analizar los movimientos de los compradores en las grandes superficies.

A través de la instalación de chips en los carros y cestas de la compra, la información de estos desplazamientos o ‘customer journey’ va a parar a un conjunto de receptores situados en el techo a través de bluetooth, ha explicado a Efe el director ejecutivo de Proximus, Jorge Bueno.

Así, queda marcada la posición y el tiempo de permanencia de cada carro o cesta en cada punto de la tienda, lo que permite saber cuánto se tarda en atender en las cajas, si hay una sección a la que no llega ningún comprador o si hay una acumulación de clientes en un punto determinado a una hora específica.

Con esta información, los directores de las tiendas pueden cambiar los productos de posición en función de si los clientes se paran o no a comprarlos con un análisis en profundidad.

Además, el hecho de recibir los datos en directo también permite advertir de incidencias o necesidades de personal en distintas secciones del establecimiento.

Bueno explica que Proximus permite "acumular miles de datos para, a partir de ahí, tomar decisiones", como el cambio de lugar de un producto en cuestión "en menos de una semana", cuando antes se tardaban meses para analizar si la posición de este era o no adecuado.

En el futuro, Bueno explica que podrían desarrollarse estrategias de "marketing en tiempo real" en las tiendas físicas como ya ocurre con la publicidad en internet, instalando pantallas a lo largo de la tienda que varíen las ofertas en función de dónde se encuentren los clientes.

Pero no solo las grandes superficies están interesadas en la información que envía Proximus, las propias marcas también son potenciales clientes de la ‘start-up’ para conocer cómo se comporta el consumidor final frente a su mercancía.

Así, destaca que entre sus clientes, además de cadenas importantes internacionales también hay marcas como Unilever en lo que define como "un juego a tres" entre superficies, marcas y la empresa emergente.

Preguntado por la privacidad de los datos que envía Proximus, Bueno destaca que actualmente toda la información que se recopila es anónima, si bien la compañía se ha planteado que esta pudiera individualizarse, siempre que contara "con el consentimiento del cliente" y si las cadenas lo solicitasen.

El CEO de Proximus lo compara con las tarjetas de fidelización de los grandes almacenes e indica que si los clientes estuvieran de acuerdo con facilitar sus datos, podrían acceder a experiencias "más personalizadas" o a mejores ofertas y recuerda que, actualmente, las superficies cuentan ya con cámaras por las que no se pregunta.