Aparentemente, la ley entró en vigor el pasado 1 de enero con el objetivo de impulsar la competitividad y el potencial de exportación de productos agrícolas turcos ofreciendo subsidios a los exportadores. Según la ley, el subsidio otorga 48,55 euros por tonelada para hortalizas y 50 euros para fruta -tanto envasada como congelada-, y 97,12 euros para zumo de frutas.
Se espera que estas ayudas puedan ayudar a los exportadores turcos con el objetivo de encontrar nuevas salidas para sustituir su antiguo mercado principal, situándose Israel con gran prioridad en la lista.
Las frutas clave de Turquía, incluyendo limón, cereza, higo y pomelo fueron omitidas de la lista de productos vetados. Según el ministro de agricultura turco, Faruk Celik, a finales de año las sanciones provocarían un coste anual para el país de 764 millones de dólares.