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Valencia pierde 2 por ciento de superficie citrícola por falta de rentabilidad

Los cultivos más importantes en la Comunidad Valenciana siguen perdiendo terreno como consecuencia de la falta de rentabilidad, según denuncia la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) tras analizar los últimos datos oficiales de la encuesta sobre superficies y rendimientos (Esyrce) elaborada por el Ministerio de Agricultura.

El mencionado estudio concluye que este año se han dejado de cultivar en la Comunidad Valenciana un total de 3.136 hectáreas de cítricos, lo que supone un descenso de la superficie dedicada a la citricultura del 2 por ciento respecto al año anterior.

Según señala AVA-Asaja, el informe del Ministerio de Agricultura también confirma el auge que está experimentando el caqui en dicha comunidad, ya que la superficie se ha incrementando un 23 por ciento. Otros cultivos al alza, aunque menos significativa en términos de superficie, son granada y el aguacate.

“Esto es un suma y sigue hacia el desastre –lamenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– y esa ligera recuperación de la superficie abandonada que tuvimos el año pasado del 2,1 por ciento fue un mero espejismo motivado, entre otras causas, por la apuesta que están haciendo muchos agricultores por el caqui, pero la constatación de las cifras de los datos es tozuda y no miente: la falta de rentabilidad que sufren nuestros principales cultivos está forzando a los productores a arrojar la toalla porque no se pueden acumular pérdidas de manera indefinida. La tierra de cultivo abandonada en la Comunidad Valenciana suma ya más de 164.000 hectáreas y eso es un disparate y una barbaridad que no podemos tolerar”.

El máximo responsable de esta organización agraria considera que esta última encuesta del Esyrce “no sólo expone en toda su crudeza la gravedad de la situación, sino que obliga a las administraciones y, muy especialmente en este caso a la Administración autonómica, a la consejería de Agricultura, a tomar cartas en el asunto sin perder ni un minuto”.

En cuanto a los cítricos, mientras la citricultura valenciana perdía en 2015 las 3.136 hectáreas, su principal competidora, la citricultura andaluza, ganaba 1.719 hectáreas para el cultivo de naranjas y mandarinas, un 2,28 por ciento más que en el ejercicio anterior. A pesar del descenso paulatino que sufre cada año, Valencia sigue teniendo en su territorio el 54 por ciento de la superficie citrícola española.