De todos modos, Reyero confía en que esta cantidad sea suficiente, ya que, la campaña se ha cerrado "sin incidentes importantes y ha sido tranquila".
El fuego bacteriano afectó, en 2014, al 60 por ciento de las fincas de perales de la zona que une Cacabelos con Carracedelo y Camponaraya, en la provincia de León. A sus propietarios se les abonará el máximo que permite la Unión Europea, un 47 por ciento del coste de cada ejemplar. Reyero espera que ningún fruticultor afectado se quede sin ayudas.





















