La asociación agraria señala en un comunicado que debido a esta situación se vive un momento "de especial efervescencia" en las explotaciones que acogen a este tipo de mandarinas precoces, caracterizado tanto por la animación en las compras como por el repunte de los precios respecto a la campaña precedente.
Para AVA-ASAJA este escenario permite una doble lectura, ya que son muchos los cultivadores de estos frutos tempranos que ven reducida su cosecha al mínimo aunque aquellos que han logrado preservar su producción están en condiciones de negociar cotizaciones al alza.
La causa de ese descenso obedece a la persistente incidencia de las elevadas temperaturas durante este verano y, de manera muy especial, a la ola de calor que se registró a mediados de mayo, lo cual se tradujo en una caída masiva de frutos cuando se encontraban en su fase de cuajado.
No obstante, el informe de AVA-ASAJA apunta que en el grupo de mandarinas más tardías la disminución productiva no va ser tan acusada y podría oscilar entre un 20 % y un 25 % en relación a la cosecha del curso anterior.
Respecto a las previsiones para el conjunto de la citricultura valenciana de la futura campaña, el estudio de campo de AVA-ASAJA concluye que la reducción de cosecha se situará en torno al 20 %, aunque se trata de una primera estimación sujeta a la evolución que pueda experimentar el cultivo durante los próximos meses.
El presidente de la asociación de agricultores, Cristóbal Aguado, ha subrayado que resulta "claro y evidente" que la Comunitat contará "con una producción de cítricos bastante inferior a la del pasado año" y, por ese motivo, ha querido transmitir a los citricultores que esta coyuntura "ofrece condiciones objetivas para que los agricultores puedan negociar cotizaciones razonables".