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Altas temperaturas dispara consumo fruta de verano en España y Europa, en algunos casos más del 30 por ciento

Agricultores, cooperativas, mayoristas y comercializadores constatan un repunte exponencial del consumo de frutas en España y otros países del centro y norte de Europa; la actividad es frenética en los tajos y centros de manipulación aunque, en el lado negativo, los precios son muy bajos en el campo.

En cuanto al melón, el incremento de las ventas exteriores de los asociados de Proexport se ha disparado durante la semana pasada hasta un 50 por ciento con respecto al mismo período de 2014.

En concreto, las subidas interanuales de las exportaciones de melón durante "la semana 27" han sido muy relevantes en Alemania (25,53 por ciento), Francia ( 53,64 por ciento) y Reino Unido ( 70,65 por ciento).

"En España, los incrementos son seguramente muy superiores, justificados por las altas temperaturas", detalla Proexport.

"Los pedidos se dispararon la semana pasada por la ola de calor, sobre todo desde Alemania, Bélgica, Austria o Suiza e incluso no hemos podido atender a todos esos pedidos", declara el director de producción del grupo AGF ("Sandías Fashion"), Joaquín Hidalgo, que cifra en un 30 por ciento el incremento sobre lo que sería habitual.

"El consumo de sandía es muy estacional y, en el caso de Europa, repunta cuando hay temperaturas por encima de 27 ó 28 grados".

Kat Gorska, gerente de la Asociación de Mayoristas Fruta y Hortalizas Mercado Central de Madrid (Asomafrut) destaca que la ola de calor ha provocado un rotundo auge del consumo de frutas de temporada, al ser "una fuente importante de hidratación".

El mayorista Jesús Salas (Hermanos Salas), subraya que, a principios de julio, notaron un incremento de ventas destacado de sandías, melones, melocotones y otras frutas de hueso, pero después se han reducido por el inicio vacacional para muchos madrileños.

La inusitada ola de calor que vivió parte de Europa en el 2013 también provocó un aumento del consumo de melocotones, sandías, melones o peras, recuerda el presidente de fruta dulce de Asaja-Lleida, Pere Roque, lo que parece repetirse actualmente.

Sin embargo, el auge de la demanda contrasta con precios de 35 ó 40 céntimos por kilo para la nectarina al agricultor, la misma fruta que el supermercado vende a 1,70 o 2 euros por kilo, denuncia.

En su opinión, los "brókers", "con sólo un coche y un teléfono", acaparan entre 40-50 céntimos de euros por kilo del valor de venta, en detrimento de los agricultores que realmente hacen el trabajo.

Desde Unió de Pagesos de Catalunya, Xavier Gorgues afirma que las cooperativas leridanas han aumentado bastante las ventas hacia Alemania o Francia, por ejemplo, y "están trabajando al 100 por ciento".

"Todo el producto que entra del campo, se clasifica, se envasa y sale inmediatamente. Hay grandes cooperativas en las que entran un millón de kilos al día y salen en los camiones ese mimo día".

Melocotones, nectarinas y paraguayos van en grandes cantidades hacia el mercado europeo y, en breve, lo harán las peras de agua.

Los mayores calibres "tienen precios correctos" para el agricultor y "cubrimos costes", pero no ocurre así como los de menor tamaño, que se tienen que destruir en el campo muchas veces porque "se pierde dinero", afirma Gorgues, tras remarcar que son los comerciantes y brókers quienes acaparan todos los beneficios.

Los países nórdicos asocian el consumo de melocotones, nectarinas, paraguayos, ciruelas o cerezas con momentos de calor, lo que ha justificado el repunte de la comercialización, añade también Miguel Ángel Gómez, desde la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex), aunque los precios son otra historia.

"La situación es muy complicada en muchos casos para los productores, algo ilógico porque las frutas están saliendo bien en el mercado y no hay stocks", se lamenta Gómez.

"La actividad es frenética ahora en los centros de trabajo de todo el país, en el punto álgido de la campaña de fruta de hueso".

En las últimas semanas, los precios están al límite de la rentabilidad, argumenta, de igual forma, Francisco Moreno, desde Acopaex -adherida a Cooperativas Agroalimentarias Extremadura-.

En su opinión, la presión de las grande cadenas de distribución está detrás de estas cotizaciones tan bajas para poder mantener sus ofertas en sus lineales y, todo, a pesar del crecimiento de la comercialización en España, Alemania, Holanda, Francia y países nórdicos, impulsadas por las altas temperaturas actuales.

Moreno defiende incluso que se pongan en marcha programas de retirada sufragados con fondos de crisis de la UE, y no a cargo de los programas operativos de las OPFHs, que les restarían recursos financieros para atender el resto de sus actividades programadas.

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