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Agricultores y cooperativas no quieren ser rehenes de las tensiones UE-Rusia

Las organizaciones agrarias y las cooperativas no quieren ser rehenes de las tensiones entre Bruselas y Moscú, que podrían derivar, según teme el sector primario, en una prórroga del veto ruso a las importaciones de alimentos europeos, que afecta especialmente a los productores de frutas y hortalizas.

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El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha ordenado a su Gobierno que prepare una petición a nombre del presidente del país, Vladímir Putin, para prorrogar por seis meses el embargo a los productos alimenticios europeos, en respuesta a la extensión de las sanciones contra Moscú adoptada por la Unión Europea (UE).

La crisis del mercado hortofrutícola "se ha generado por motivos ajenos al sector" y "las instituciones comunitarias deben asumir estas consecuencias colaterales de sus decisiones y paliar sus efectos enteramente y mientras duren", han apuntado a Efeagro fuentes de Cooperativas Agro-alimentarias de España.

"Solicitamos que se mantengan las medidas extraordinarias para los sectores afectados mientras se mantenga el veto ruso con el fin de prevenir crisis como las del año pasado", han añadido.

"La Unión Europea y España deben reforzar las medidas de promoción interna y la búsqueda de mercados alternativos a Rusia", ha reclamado el responsable del departamento internacional de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Ignacio López.

"Los agricultores UE no son responsables de la situación y no pueden quedar desamparados", ha resaltado López.

En su opinión, "la UE debe ser consecuente con las decisiones tomadas y la respuesta rusa, y poner medidas eficaces, rápidas y suficientes para paliar los efectos".

Para el responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, la Unión Europea (UE) debería recurrir ya, "sí o sí", al fondo de gestión de crisis -unos 400 millones de euros- para sortear los problemas de mercado originados por el veto ruso.

Góngora ha apuntado que la situación de las frutas y hortalizas es de "congestión", ya que se ha perdido un mercado crucial, el ruso, con lo que aumenta la sobreoferta en la UE, sin salidas.

Además, a su juicio, la UE debería prorrogar también los reglamentos de apoyo a los sectores afectados, aumentado los precios de retirada -para destinarla a ONGs, centros benéficos, alimentación animal o compostaje- y subvencionar la transformación en zumo.

El secretario general de la organización agraria UPA, Lorenzo Ramos, ha considerado que la situación actual de los precios de las frutas es mejor que la del año pasado porque hay menos producción, pero avisa del riesgo de que surjan "aprovechados" que utilicen el veto ruso como excusa para pagar menos al agricultor.

Ramos ha manifestado que, tan sólo con la posibilidad de que se prorrogue el veto actual a alimentos como las frutas europeas y españoles, se produce una "psicosis" y "mucha incertidumbre".

Sobre todo, ha añadido, porque podrían surgir esos operadores "aprovechados" que aseguren que se ha hundido el mercado y presionen a la baja a los precios, "aunque la situación no sea tan mala (ahora) porque la producción no es la misma" que el año pasado.