Latinoamérica

Costa Rica marcada por restricción a la importación del aguacate Hass

Empresarios que cargan contra el Gobierno, productores locales felices y un ministro que regala aguacates a una cadena internacional de comidas han sazonado la semana en Costa Rica en una insólita "guerra" desatada por las restricciones a la importación del aguacate de variedad hass.

El ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, sorprendió a propios y extraños cuando compró aguacates criollos a vendedores ambulantes de San José y luego fue a regalarlos a un local de la cadena de comidas Subway, que horas antes había anunciado la retirada de la fruta del menú por escasez.

"Compré muy buenos aguacates en la Rotonda de la Hispanidad, tres por unos 2 dólares. Los llevé al restaurante de la cadena Subway que queda a 100 metros de allí y que dice no ofrecer aguacate porque hay escasez", escribió Herrera en su perfil de Facebook.

"Por supuesto, le regalé los aguacaticos al encargado del restaurante, que me atendió con mucha amabilidad", dijo el ministro, quien negó que haya escasez.

Herrera, que acompañó con fotos su publicación, comentó que la variedad hass está ingresando de países como Perú y que "los aguacates criollos están en temporada y dentro de poco comenzará la cosecha del hass costarricense".

Desde mayo pasado Costa Rica aplica la restricción a la importación de aguacate hass de Australia, España, Ghana, Guatemala, Israel, México, Sudáfrica, Venezuela y el estado de Florida, en Estados Unidos, por el riesgo de la plaga "Sunblotch" o mancha de sol.

"Es evidente su desconocimiento (del ministro) sobre la calidad del aguacate hass y el aguacate nacional", aseguró el asesor legal de la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos (Ceippcr) Jonatán Picado.

"El ministro Herrera olvida también lo que significan las normas de inocuidad y sanidad que tienen en las cadenas de restaurantes, sobre todo cuando se distinguen por su calidad en los productos. Ellos no compran aguacates en la calle, sin ninguna supervisión previa", dijo Picado.

Otros grupos empresariales encabezados por la Cámara de la Industria Alimentaria y la Cámara de Exportadores e Importadores, han acusado al gobierno centro izquierdista del presidente Luis Guillermo Solís de impulsar una política de restricción comercial para diversos productos.

Uno de los más críticos ha sido la Cámara de Industria y Comercio México-Costa Rica (Cicomex) que afirmó que de las 15.000 toneladas anuales de aguacate hass que se consumen en Costa Rica, 12.000 provienen de México, país afectado por la restricción.

Según esta cámara, desde hace 20 años Costa Rica importa esta fruta desde México, nunca ha existido problema alguno y la restricción no tiene sustento.

Por su parte, los productores locales de aguacate han aplaudido la medida de restricción aplicada por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) debido a que consideran que protege a la producción costarricense, de la que dependen unas mil familias.

En un breve recorrido por las calles y supermercados de San José, es fácil encontrar aguacates de producción local de distintas variedades.

"Aquí hay buenos aguacates de sobra y a buen precio. Invitamos a todos a comprar el aguacate tico", dijo hoy a Efe Alcides Moraga, que en las calles de la capital vende esta fruta "recién traída de Orotina", una de las comunidades de mayor producción local.

Si bien es cierto, esta fruta no es un alimento de primera necesidad, sí es muy común en la dieta de los costarricenses para diversos platillos como los que se sirven en bares y restaurantes, entre ellos el popular chifrijo, compuesto además de arroz, frijoles, chicharrón y tomate.

Prácticamente todas las cadenas de comidas rápidas también emplean la fruta en algunos de sus platos, y ni qué decir los numerosos restaurantes que sirven comida mexicana y peruana.

El conflicto ha despertado el ingenio de los usuarios de redes sociales que crearon un perfil sarcástico y un hashtag en Facebook promoviendo la "donación de aguacates" a la cadena de comida que sufre de desabastecimiento.

El presidente Solís envió el pasado miércoles una carta a diversas cámaras empresariales, en la que aseguró que su gobierno es respetuoso de la libre empresa y que las restricciones aplicadas por el SFE son justificadas y acordes a sus deberes y responsabilidades.