González Tarrío eligió este centro para empezar a cumplir la pena impuesta. La entrada en el centro penitenciario catalán se produce después de que el tribunal sentenciador, la Audiencia de Cantabria, rechazara la petición de su abogado de ingresar en un centro especializado para tratar la ludopatía e iniciar el cumplimiento de la condena.
Después de que el Supremo confirmara la condena, el pasado mes de agosto, la Sección Tercera de la Audiencia requirió a González Tarrío para que ingresara en un centro penitenciario, publica El diario montañés en su edición digital. Su abogado logró detener este primer amago del tribunal con un recurso, en el que solicitó la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel.
El letrado alegó que la exgerente padece una ludopatía que en la sentencia condenatoria le fue reconocida como una atenuante. A su juicio, esta dependencia era equiparable a otras adicciones graves (bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes…), para las que el Código Penal establece la posibilidad de cumplir la condena en un centro de tratamiento, y así lo expuso al tribunal, al que pidió la suspensión de la condena de la exgerente por analogía con esta norma.
Pero el tribunal rechazó la petición al considerar que «una ludopatía o adicción al juego no es encuadrable ni asimilable analógicamente» al consumo de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas, alcohol, etc.
En vista de lo inevitable, González Tarrío pidió unos días de demora hasta que el viernes entró en la cárcel catalana.