González Palacín no entiende que la Junta de Castilla y León mantenga todavía la inspección técnica de los tractores, sino también la obligación de certificar la idoneidad u homologación de determinadas estructuras de protección y revestimientos en los tractores, como son las cabinas, "porque es algo totalmente ridículo".
Esta homologación es preceptiva para poder pasar la ITV y la realiza, mediante una inspección visual, un ingeniero agrónomo que extiende un certificado por el que cobra entre 100 y 150 euros que, a juicio del coordinador general de la UCCL, significa "meter más presión a un colectivo y no estamos para que nos empujen más".
Esa inspección, que afecta a unos 12.000 tractores en Castilla y León, "es totalmente ridícula porque no aporta nada, no afecta a la seguridad visual ni implica a otros vehículos", y responde en su opinión a un "afán recaudatorio exagerado", ha agregado.
Para pedir su supresión y expresar el malestar del sector agrario y ganadero, tanto la UCCL como Asaja han solicitado una reunión con el consejero de Economía, Tomás Villanueva, a través de una carta que le fue enviada ayer.