“Hay un programa de madurez que va midiendo tanto la edad del fruto como los índices de madurez y está mostrando algunos días de anticipo en cuanto a la fecha recomendable para la cosecha”, comentó Loyarte.
“Nosotros tenemos un sello de cosecha, que es una fecha de autorización a partir de la cual se puede cosechar y esa fecha tiene aproximadamente una semana de anticipo”, aseveró.
Según publica la Federación Argentina del Citrus –Federcitrus-, Loyarte señaló que, pese a que la fecha de cosecha varía de acuerdo a la variedad, de momento se estima que la pera Williams -que es la variedad de mayor volumen de cosecha y exportación- arrancaría el 10 de enero.
“En general, hay años que suele ser alrededor de esta fecha, una semana más, una semana menos. Esto en principio es un dato más”, comentó.
El programa al que se refiere el director ejecutivo de CAFI es un programa de madurez que se ha estado desarrollando tanto el sector público como el privado para calcular el mejor momento de la cosecha a nivel regional.
“Es muy importante porque nos permite monitorear la evolución de la fruta y que toda la región coseche en las mejores condiciones fenológicas”, dijo, agregando que de todos modos el programa depende del área, las temperaturas y la evolución del clima.
Consultado sobre la calidad de la cosecha en cuestión, Loyarte destacó que “va a ser buena, ya que tuvimos una buena primavera, salvo en algunos sectores muy chicos donde hubo un poco de granizo, pero el resto estuvo muy bien. Hemos tenido hasta ahora muy buena temperatura con lo cual estimamos que la calidad va a ser muy buena”.
Cabe destacar que los productores de peras y manzanas de la zona esperan que los especialistas y técnicos revelen dentro de las próximas semanas el pronóstico de producción de Río Negro y Neuquén. Sin embargo, Loyarte es enfático al señalar que “sabemos que habrá algo más de producción que el año pasado”.