Esta recomendación se incluye en la Boletín de la Patata que la Consejería envía a los productores que cultivan más de hectáreas y media de este tubérculo.
Además de recomendar la suscripción de un contrato previo con los operadores comerciales, este boletín también advierte de que la decisión de siembra debe tomarse únicamente en función de si se dispone de una salida comercial a la producción, sin tener en cuenta el precio registrado en la campaña anterior.
Otra de las sugerencias es decidirse por variedades de media estación y tardía, a la vista de que las tempranas estarán "sobradamente" cubiertas.
Castilla y León, con 20.263 hectáreas dedicadas a la producción de patata, mantuvo en 2013 su liderazgo nacional con el 28 por ciento de la superficie nacional destinada a este tubérculo y también en producción, debido a que con 873.000 toneladas produce el 40 por ciento, lo que supone un incremento del 3,6 con respecto a 2012.
La diferencia entre la superficie cultivada y la producción se debe a que el rendimiento en Castilla y León, con 43 toneladas por hectárea, es muy superior a la media española y está muy cerca a la europea.