Patata Italia novedades
Internacional

Las dos novedades en la patata italiana

Fiorella y Morisa son las dos novedades en el segmento de la patata en Italia, presentados durante la última edición de Macfrut.

La carrera por la innovación en el sector de la patata se enfrenta a grandes retos, empezando por el cambio climático, que está causando problemas agronómicos y agravando viejas y nuevas fitopatologías.

Debido a estos factores, el mercado está asistiendo en los últimos meses a una reducción de la producción mundial y a una subida de los precios, tanto en los mercados europeos como fuera de Europa.

Esto es lo que ha surgido durante los tres días de trabajo del Simposio Internacional de la Patata (The International Potato Symposium), que se ha llevado a cabo en Macfrut y al que han asistido treinta y cinco ponentes de los principales países productores.

Se cultivan unos 375 millones de toneladas de patatas a nivel mundial con China como el mayor productor con 95 millones de toneladas, seguida por la India con 56 millones de toneladas.

En la UE-27 se produjeron en 2023 unos 48,5 millones de toneladas de patatas para el mercado fresco y la industria de transformación, según Eurostat.

Los principales países productores fueron Alemania (24%), Francia (18%), Países Bajos (14%), Polonia (12%) y Bélgica (8%). Los análisis presentados muestran que el consumo de productos transformados registra tendencias al alza muy positivas en todo el mundo.  

Si se observan los promedios de producción de los últimos cinco años, la disponibilidad mundial de patatas ha disminuido considerablemente, lo que ha provocado un aumento general de los precios al consumo.

Los retos

Durante el Simposio se plantearon los retos a los que se enfrenta el cultivo de la patata en toda Europa debido a la presencia de agriotes spp, comúnmente llamados gusanos de alambre, es decir insectos que causan graves daños al tubérculo; de la bacteria Ralstonia solanacearum que también afecta al tomate industrial; y del Cyperus, una mala hierba muy extendida por toda Europa que ha sido incluida entre los organismos de cuarentena, imponiendo el uso de protocolos específicos para combatirla.

«Italia no es un país autosuficiente y compra patatas a Francia para satisfacer el 40-50 por ciento de sus necesidades, pero también compra a Alemania y patatas tempranas a países mediterráneos», señaló Luciano Trentini, ex-director del Centro Servizi Ortofrutticoli (CSO).

Los nuevos cultivos que se presentaron en la exposición, en el espacio situado frente al simposio, suscitaron mucho interés junto con la oferta italiana, que cuentan con hasta seis denominaciones de origen.

La producción italiana puede considerarse especializada, «debemos orientarla hacia la alta calidad», destacó Trentini.

Novedades

Entre los cultivos más prometedores desarrollados por los campos experimentales italianos de la Unapa( Unión Nacional de Asociaciones de Productores de Patatas) figura la patata conocida con el nombre de «Fiorella», que tiene un tiempo de latencia (es decir, el tiempo de conservación antes de que empiecen a surgir brotes) de tres meses.

Esto permite conservar el producto, que suele almacenarse de julio a mayo/junio del año siguiente, reduciendo a la mitad la necesidad de tratamientos de conservación.

Otra variedad muy interesante, derivada de una hibridación con la variedad francesa «Gazelle», es la Morisa, que tiene un rendimiento muy superior con respecto al promedio del mercado que se cultiva actualmente y es posible producir 50.000 kilos por hectárea.