Así lo ha indicado en un comunicado en el que apunta que la dificultad no está ahora -como ha sucedido en anteriores campañas- en las masivas importaciones de ajo de terceros países como China, sino en el incremento de superficie y de producción.
Según la Mesa, los flujos favorables de importación y exportación en 2013, tanto de España como del conjunto de la Unión Europea, no han colaborado a atenuar estos niveles de precios.
«Se sospecha que la oferta interna de producto es mayor de lo que indican las cifras y estadísticas de producción oficiales, por lo que ese aumento de oferta dispersa y atomizada que se aprecia en algunas zonas podría estar influyendo negativamente», ha añadido.
Para la Mesa, la próxima campaña que comienza en junio «es todavía una incógnita» por el tiempo que falta para su inicio y por la climatología de la primavera, clave para una buena o mala cosecha, y la tendencia -salvo en el caso de Andalucía, que reduce entre un 15-20 %- es el mantenimiento de las superficies de siembra.
Para el portavoz y presidente de la Mesa Nacional del Ajo, Julio Bacete, «el escenario que registra el sector del ajo es un cúmulo perjudicial de circunstancias y hechos», como la falta de unión en la producción y la comercialización, lo que provoca que los precios más bajos del ajo se encuentren actualmente en España.
«Destaca la ausencia de una o varias entidades de referencia en materia de comercialización, cuyos volúmenes les permitan negociar en mejores condiciones con la distribución comercial», ha señalado.
Ha citado, además, la pérdida progresiva de peso de las variedades autóctonas de ajo, «que ceden a la presión del cultivo y producción del ajo de semilla china llamado spring».
La Mesa Nacional del Ajo se reunió el pasado viernes en la localidad conquense de Las Pedroñeras para analizar el sector.