«No hay ninguna campaña igual». «Ayer barco lleno y hoy barco vacío». «Esto es el juego de las siete y media, unas veces no llegas, y otras te has pasado». «Tomas decisiones a ciegas y sin saber lo que hacemos».
Son algunas de las frases que deja Freshconomics, el primer libro del profesional David del Pino sobre sus experiencias y las del sector hortofrutícola -con prólogo de Roberto García Torrente, director de Sostenibilidad y Desarrollo Agroalimentario de Cajamar Caja Rural-, que fue presentado el miércoles pasado en el foro Fruit Attraction, en el stand de Cajamar, con su presidente Eduardo Baamonde, como anfitrión.
243 páginas y 12 capítulos donde se recoge cómo acercarse a ser un buen profesional en el comercio de las frutas y hortalizas, y los hándicaps de este sector en talento humano, ya que «los empleados más jóvenes saltan rápidamente de un sector a otro, o a otra empresa, en el desarrollo de su carrera profesional», expone Del Pino, director general de la consultora Freshtrategy.
De hecho, el autor asevera las dificultades del sector para consolidar talento profesional, ya que «esta falta de comprensión de las especificidades del sector nos lleva afectando mucho tiempo, y últimamente se acelera».
Volatilidad
El sector hortofrutícola se caracteriza por su volatilidad y «para ser un gran profesional hacen falta muchos años», apunta Del Pino.
El nivel experto «se consigue con carreras profesionales de más de 10 años, y esto no es algo habitual en esta sociedad que nos ha tocado vivir», recuerda Del Pino.
Y es que el sector hortofrutícola está repleto de cambios. Cambios de consumo, cambios en la competencia, cambios…
La mayoría de los profesionales han aprendido estrellándose y fijándose y «empezando a escuchar música y letra. Y cuando aprendes el estribillo y la música, te cambian la letra», apuntaba Del Pino en su presentación, mientras señalaba que tratas de «buscar a los letristas de las canciones».
Un simil entre música y actividad hortícola que el autor David del Pino ha expuesto en el formato del libro Freshconomics como una partitura.
«No persigo generar este ‘corpus’ de conocimiento al modo en que lo hace la ciencia, pero sí empezar a compilar la heurística para la toma de decisiones basada en la práctica profesional y la experiencia de todo un sector de actividad económica», expone Del Pino en la Justificación del libro.
Freshconomics analiza cómo funciona el día a día del mercado de productos frescos, adaptando los últimos desarrollos de la teoría económica a la especificad de una actividad marcada por el corto plazo, la extrema volatilidad y la incertidumbre.
El libro, escrito en primera persona, recoge todo el cuadro de experiencias y pensamientos con una carga de 46 referencias bibliográficas y 25 textos inspiradores y de consulta, pero sobre todo con el acerbo profesional, por riguroso, del autor, y con un mensaje que marca la peculiaridad del sector: «No faltar el respeto a cazurros, ni perros verdes, ni raritos; y no dejar de tener ganas de aprender e innovar».
Compatibilizar
Eduardo Baamonde, como presidente de Cajamar, centró la presentación en cómo compatibilizar la necesidad del ‘know-how’ del sector con la experiencia de la actividad hortofrutícola.
Y es que, como apuntó Baamonde, «no tenéis ni idea de lo que aprendemos en la escuela y no se puede aplicar».
La edición del libro ha sido realizada por Cajamar y puede descargarse Freshconomics gratuitamente.