Los resultados son desastrosos, ya el melocotón ha tenido unas mermas del 85 por ciento, la ciruela del 35 por ciento, la cereza del 75 por ciento y el albaricoque del 90 por ciento.
Mendoza, que cuenta con 55.000 hectáreas de frutales, destina el 71,6 por ciento a la fruta de hueso, en concreto 39.400 hectáreas.
Las pérdidas podrían alcanzar los 1.345 millones de dólares en la que se ven afectados productores, trabajadores, industria, embalaje y logística.