La compañía, que cuenta con 500 establecimientos en Reino Unido, pretende abrir unas 50 tiendas cada año a pesar de la dificultad económica por la que se está atravesando. La tienda estaría ubicada cerca de la estación de ferrocarril y crearía 25 puestos nuevos de trabajo.
Según un estudio elaborado por la propia compañía, el 95 por ciento de los habitantes muestra su apoyo a la apertura de este nuevo establecimiento. Desde la compañía apuntan que la llegada de un establecimiento tipo discount a la localidad genera una situación de competencia entre las cadenas, un aspecto positivo de cara al consumidor.