La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha advertido este jueves de que las empresas de transporte de mayor tamaño están obligadas a instalar puntos de recarga eléctrica en sus aparcamientos, aunque «todos sus camiones sean de propulsión diésel».
En una nota de prensa, Fenadismer asegura que el Ministerio para la Transición Ecológica les ha confirmado que la obligación de que todos los edificios no residenciales con un aparcamiento de más de 20 plazas tengan que instalar puntos de recarga eléctrica no distingue por tipo de vehículo.
Fenadismer recuerda que la regulación aprobada por el Gobierno exige que desde este año todos los edificios no residenciales que tengan un aparcamiento de tales características instalen puntos de recarga eléctrica en dichas áreas de estacionamiento.
En concreto, deberán contar con dotaciones mínimas de infraestructura de recarga proporcionales al número total de plazas, a razón de una estación de recarga por cada 40 plazas de aparcamiento o fracción, hasta 1.000 plazas, y una estación de recarga más por cada 100 plazas adicionales o fracción.
Tal obligación legal «no distingue el tipo de vehículo al que vaya a ir destinado el aparcamiento», explica Fenadismer, que insiste en que la normativa, por tanto, también es aplicable a las instalaciones de las empresas de transporte que dispongan de plazas para su flota de camiones.
Todo ello «pese a que la práctica totalidad de los camiones en España son de propulsión diésel por la falta real de oferta de camiones eléctricos en el mercado, salvo algunos modelos muy limitados y para reparto de corta distancia».
A tenor de sus estimaciones, actualmente hay matriculados tan sólo 2.695 camiones eléctricos en España, lo que supone apenas el 0,6 % de la flota total de transporte.