En total, un 99 % de los alimentos que se consumen en España podrían producirse en territorio nacional con este cambio, según ha explicado el coordinador técnico y editor de contenidos del informe, Andrés Muñoz.
«Actualmente se usan 9,2 millones de hectáreas de suelo agrario de otros países, como la superficie total de Hungría», ha advertido.
Para el informe, elaborado por el investigador de la Universidad Politécnica de Madrid y la investigadora del CSIC-Universitat Politècnica de València, Marta G. Rivera Ferre, se han comparado cinco estrategias agroalimentarias.
En ellas se incluye un cambio de producción y de dieta.
De esta forma, han analizado la extensión de tierra que se utilizaría con cada modelo y la cantidad de alimentos que se importarían.
También las energías no renovables que se emplearían en toda la cadena alimentaria y su contribución a la crisis climática.
Los resultados del análisis apuntan a que, con una «transformación radical» del modelo agroalimentario y una «reducción drástica» del consumo de proteína animal, se disminuiría a 8,2 millones de hectáreas, según ha apuntado su coordinador.
Algo que haría al país «depender menos de la importación» y tener «practicamente» soberanía alimentaria.
Asimismo, el estudio plantea una bajada del dióxido de carbono que deja la huella animal y la reducción del 100 % en el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos.
Todos estos cambios, según ha señalado el coordinador, garantizarían cumplir con la Directiva de Nitratos de la Unión Europea, las Estrategia europeas de la Granja a la Mesa y de Biodiversidad.