A finales de octubre la FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. investigaron a una empresa de Hailey, Idaho, que por aquellos días retiró del mercado estadounidense cebollas rojas, amarillas y blancas.
La empresa se abastecía de unidades de producción en el estado de Chihuahua, norte de México, ante lo cual la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), abrió también una investigación en esa entidad.
Sobre el tema, la Sader explicó en un comunicado que la directora regional de la FDA para América Latina, Katherine Serrano, y la subdirectora regional de la oficina para América Latina, Michelle Rodríguez, comentaron que, «hasta el momento, no existe una alerta que establezca el cierre de las fronteras a las cebollas mexicanas».
Además, ambas agradecieron la cooperación de los especialistas de la Secretaría de Agricultura, que por dos semanas tomaron muestras en alrededor de 100 unidades de producción y empaque en el estado de Chihuahua y las analizaron en los laboratorios del Senasica, a fin de coadyuvar con la investigación de la FDA sobre el origen del brote.