El volumen de agua aplicado a los cultivos mediante goteo (riego localizado) disminuyó un 0,1 por ciento; el riego por gravedad se redujo un 15,3 por ciento y el uso de agua de riego por aspersión bajó un 7,7 por ciento.
Los cultivos que mayor descenso experimentaron fueron las patatas y hortalizas, un 14,7 por ciento menos que el año anterior, representando el 8,4 por ciento del volumen de agua de riego utilizado en 2013.
La única comunidad en la cual se incrementó el volumen de agua de riego durante el año 2013 fue Andalucía (2,9 por ciento). Las que más redujeron su uso fueron Cataluña (-22,3 por ciento), La Rioja (-19,6 por ciento) y Comunidad Valenciana (-11,2 por ciento).
Así, las regiones que más agua de riego utilizaron en 2013 fueron Andalucía (25,9 por ciento del total), Aragón (13,8 por ciento) y Castilla y León (12,4 por ciento); y las que menos, La Rioja (1,8 por ciento), Comunidad Foral de Navarra (3,5 por ciento) y Región de Murcia (3,7 por ciento).
Por técnicas de riego, la comunidad autónoma que más volumen de agua de riego por aspersión utilizó fue Castilla y León; en riego por goteo, el mayor volumen correspondió a Andalucía y en la técnica por gravedad, Aragón fue la que más agua empleó.
El 76,8 por ciento del volumen de agua disponible para el riego en el año 2013 fue de origen superficial, según el INE. Mientras tanto, el 21,4 por ciento tuvo origen subterráneo y sólo un 1,8 por ciento corresponde a "otros recursos hídricos", como agua desalada (marina o salobre) o regenerada, es decir, procedente de las estaciones de depuración de aguas residuales.