Según Cruz, los ladrones han sustraído depósitos de gasóleo para el riego por goteo y de precisión, cientos de baterías y las herramientas de las explotaciones.
Ha afirmado que pronto empezarán los robos de sandías y melones, aunque este año son menos atractivos porque los precios están «hundidos».
«Esto provoca una inseguridad tremenda cada año en los agricultores de la zonas en las que ocurren los robos», ha agregado. A su juicio, hay que intensificar la presencia policial en las etapas y en los tiempos donde la actividad agraria es más necesaria, porque en invierno los materiales suelen estar guardados en las casas o naves, por lo que considera que falla la coordinación y la previsión con tiempo suficiente.