En el transcurso de una rueda de prensa en Mérida el dirigente agrario ha señalado que, en cuando a la producción, de las aproximadamente 2,1 millones de toneladas contratadas la cosecha se reducirá unas 216.000 toneladas, lo que supone un 12 por ciento menos.
El motivo de esta severa disminución se debe, ha continuado, a las intensas lluvias registradas en abril y mayo, así como a las tormentas de pedrisco de julio, que han "arruinado" las previsiones de 2016 en lo que consideraban que sería una "cosecha histórica" y que, sin embargo, finalmente va a ser "un año nefasto".
Asimismo, ha explicado que de las casi 3.700 hectáreas de cultivo afectadas por los adversos fenómenos meteorológicos unas 1.200 se han perdido totalmente y que 2.500 han sido dañadas gravemente.
Estas últimas están en seguimiento para comprobar la eficacia de los tratamientos fitosanitarios aplicados tras las precipitaciones, aunque se han calculado unas pérdidas del 40 por ciento de la cosecha.
Como consecuencia también de los temporales la campaña va con un retraso de 10 días con respecto al año pasado, por lo que hoy han comenzado con la recogida del tomate las empresas transformadoras de la de la región Impralsa, Transa, Tomalia y Cidacos.
Las industrias restantes, Conesa Alsat, Tomates del Guadiana y Pronat, comenzarán a recibirlo el próximo 1 de agosto.
Además, el aumento de la plantación de tomate tardío incrementa los "riesgos" en la cosecha ya que, según el secretario general de UPA-UCE, "es una variedad con menor producción y mucho mayor riesgo por las tormentas de finales del verano".
Por otra parte, ha criticado la "injustificada" reducción de precios de 4 euros menos por tonelada para esta campaña, impuesta de manera "unilateral" por la industria.
"No hay razón para pagar menos a los agricultores porque no hay stock en las industrias, el mercado mundial está funcionando bien y la contratación a nivel mundial va a descender un 4%", ha añadido.
La organización calcula que esta bajada de precios supone unas pérdidas para los agricultores de 8 millones de euros.
Huertas también ha denunciado las, a su juicio, prácticas abusivas producidas del sector industrial puesto que exigen fidelidad para firmar los contratos, con compromisos para comprar la planta donde él dice y utilizar su maquinaria y la de sus empresas auxiliares.
El "debilitamiento" del sector también lo ha achacado al, ha señalado, creciente oligopolio de Conesa, por lo que ha instado a las administraciones públicas a que "vigilen y actúen para que se cumpla la ley de la cadena".
A preguntas de los medios sobre el transporte del tomate, Huertas ha valorado el trabajo de los agricultores para minimizar los vertidos en las vías y crear las "menores molestias posibles a los ciudadanos", pero considera que no se les debe perseguir porque hay que mover casi dos millones de toneladas en un espacio de tiempo muy breve.