Desde mediados del mes de diciembre de 2009 se ha producido en Andalucía un fuerte temporal de lluvia y viento que ha tenido consecuencias positivas y negativas para el sector agrario.
Este excepcionalmente lluvioso mes de diciembre, ha supuesto solución para los embalses y acuíferos situados en Andalucía, pero también ha ocasionado cuantiosos daños de forma generalizada, no solo en la infraestructura urbana y rural, sino también en muchos cultivos agrícolas. Este aumento importante de precipitaciones en Andalucía, con carácter general, ha significado un incremento considerable en el agua embalsada en las distintas Demarcaciones Hidrográficas.