En un comunicado, esta organización ha hecho balance de 2011, en el que destaca la caída de la renta del sector y que España «se coloca en el furgón de cola» de la Unión Europea en lo relativo a la situación de los agricultores y ganaderos.
Ha recordado que la productividad se ha incrementado y que la calidad de los productos «no tiene discusión», si bien el sector «ve reducida su rentabilidad debido al incremento de los costes de producción y a los bajos precios».
Además, UPA ha subrayado que 2011 será recordado porque los productos españoles demostraron una vez más su «indiscutible calidad», pese al «ataque a su imagen y honor» causado por las denuncias infundadas de que eran el origen de un foco infeccioso de la bacteria «E. coli» en Alemania.
A su juicio, la mal llamada inicialmente «crisis del pepino» sirvió para despejar «cualquier sombra de duda sobre la calidad» de las frutas y hortalizas españolas, aunque hundió los precios de estas producciones «hasta límites insoportables».





















