Así lo dijo el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, al margen de un Foro Mundial sobre agricultura familiar, que termina hoy en Budapest.
Si bien a nivel global la producción de alimentos "está bien", hay problemas y desafíos locales en la distribución, lo que limita el acceso a éstos productos básicos para la supervivencia, dijo Da Silva en declaraciones a Efe.
"Hay un estrecha relación entre conflicto y hambre. Donde hay hambre hay conflicto y donde hay conflicto hay hambre", destacó el director general de la FAO, al señalar específicamente regiones como el Sáhel, los territorios palestinos o el Líbano, entre otros.
En estas zonas hay "una convergencia de problemas", que no son solo políticos sino que también están relacionados con la escasez del agua y de tierras arables, agregó Da Silva.
"La agricultura allí es muy difícil", recordó el brasileño, cuya organización, con sede en Roma, tiene precisamente como principal objetivo erradicar el hambre en el mundo.
Según datos de la FAO, el 90 % de los alimentos se producen en el marco de la agricultura familiar, que al mismo tiempo es una de las mayores fuente de empleos en todo el mundo.
La agricultura familiar es una forma de organizar la actividad agrícola, forestal, de pesca y de pastoreo, gestionada por familias.
La inclusión de las mujeres en la producción agraria y promover ese oficio entre los jóvenes, son algunos de los temas que el medio millar de delegados de un centenar de países tratan en el Foro de esta semana en la capital húngara.
La FAO "está empeñada" en fomentar el rol de las mujeres en la cadena alimentaria, en la manufactura, el comercio y la agroindustria en general, destacó Da Silva.
Y es que en diferentes culturas la mujer sigue excluida del acceso a las tierras, como por ejemplo, en el caso de las herencias, que suelen estar dominadas por los varones.
Pero no solo los desequilibrios de producción y acceso a las tierras son un problema, también hay que combatir el mal consumo y el desperdicio de los alimentos, aseguró Da Silva.
"Tenemos que aprender a comer mejor", señaló el director general de la FAO, aludiendo a que el 30 por ciento de los alimentos producidos en el mundo termina en la basura.
"La gente pobre, incluso de los países productores (de alimentos) no come bien", aseveró Da Silva, mencionado el caso de los países de América Latina, una de las zonas agrarias más importantes del mundo.
Por otra parte, Da Silva destacó que las agriculturas familiares suelen ser "guardias de la biodiversidad", con una producción agraria sostenible.
La FAO ha declarado el 2014 como el "año de la agricultura familiar", a la que dedicará numerosos eventos y conferencias en los próximos meses