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Un tipo de tomate resistirá mejor los virus tras hallarse su huella genética

Una variedad valenciana de tomate especialmente reconocida por su sabor y escasa acidez, la «Tomaca de Penjar d’Alcalà de Xivert», mejorará su resistencia al virus del mosaico del tomate gracias a la huella genética que han obtenido de ella investigadores de la Universitat Politècnica de València.

Esta variedad destaca además por su alto contenido en licopeno y antioxidantes, según los datos a los que ha tenido acceso EFE por parte del Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV) de la UPV, que lidera el estudio más completo hasta ahora sobre ella.

Este tipo de producto hortofrutícola tiene, además, la capacidad de poder almacenarse y conservar durante más de tres meses sus características de calidad.

El investigador del COMAV Salvador Soler ha explicado que la obtención de la huella genética evitará fraudes en el mercado y que este estudio genético se encuentra en su fase final.

De hecho, está previsto que en 2019 estén disponibles semillas resistentes al virus del mosaico del tomate (ToMV), su enemigo más poderoso: un patógeno que ataca a variedades tradicionales y que puede llegar a causar grandes pérdidas en la producción de este tipo de variedad.

Desde hace casi cuatro años, los investigadores valencianos, en estrecha colaboración con la Associació de Productors i Comercialitzadors de la Tomata d’Alcalà de Xivert (Castellón), han centrado sus esfuerzos en obtener nuevas variedades de este tomate más resistentes al virus.

«Se trata del estudio más completo sobre la Tomata de Penjar d’Alcalà de Xivert que se ha hecho hasta la fecha. Primero trabajamos en la caracterización física y de calidad, evaluando su grado de acidez, contenido en vitamina C, pH, concentración de licopeno, etcétera», destaca Soler.

En estos trabajos de investigación se está determinando qué zonas del genoma de este tomate son responsables de sus características de calidad, así como de su capacidad de conservación.

Según Soler, para mejorar la resistencia conservando las características intrínsecas de las variedades se han aplicado también programas de retrocruzamiento, así como de selección asistida por marcadores moleculares.

«Partiendo de una variedad donante que tiene el gen de la resistencia, cogemos la variedad tradicional que no tiene la resistencia y se hace el cruce inicial entre ambas», explica.

Posteriormente, y una vez seleccionadas en cada cruce las plantas portadoras del gen de resistencia, «estas son de nuevo cruzadas con la variedad original durante varias generaciones, lo que permite ir recuperando las características originales de las variedades ‘De Penjar’, pero incorporando la resistencia de interés».

En 2019 se dispondrá de selecciones de las tres variedades de tomates d’Alcalà de Xivert con la resistencia introducida al virus ToMV, que serán evaluadas en campo por parte de los agricultores, de forma previa a su utilización comercial.