La Audiencia de Valencia ha impuesto diez años de prisión a un mayorista de Mercovasa (Valencia) por importar 380 kilos de cocaína en Panamá. La droga llegó al puerto de Valencia en enero de 2010 y estaba oculta en el doble fondo de dos contenedores de piñas.
El condenado, Emilio M. F., es un empresario con un puesto en Mercovasa. La Guardia Civil comprobó en 2009 que el acusado mantenía un intenso tráfico de mercancías con Panamá a través de numerosos contenedores que transportaban fruta tropical y decidió someterlo a un control ante la posibilidad de que se dedicase al narcotráfico, según recoge la sentencia.
El fallo de la Audiencia de Valencia añade que los agentes hallaron en enero de 2010 más de 368 kilos de cocaína en el doble fondo de los contenedores. La droga valía en el mercado negro más de 17 millones de euros.
Los magistrados inciden en que no tienen dudas de que el acusado «participó en los tratos previos, compró los dos contenedores que procedían de Panamá y era conocedor de los detalles del transporte. Además, era la persona que tenía que hacerse cargo» de la droga a través de su empresa domiciliada en El Puig.
El frutero declaró en el juicio que él solo actuó de intermediario en la compra de la fruta «como hacen en Almería con la adquisición de camiones de pepino». Emilio M. F. reconoció que unos meses antes de la llegada del contenedor a Valencia viajó a Panamá, pero insistió en que fue a visitar unas plantaciones de piña. El acusado señaló que a él le ofrecieron el cargamento de piñas y que se quedó «blanco» cuando apareció la cocaína.