El informe, ‘El valor social, económico y ambiental de la productividad agrícola en la Unión Europea’, evalúa los efectos de la agricultura productiva en la UE, entendiendo por tal, aquella basada en el uso de modernas tecnologías, como maquinaria agrícola, nuevas variedades de semillas, fertilizantes y productos fitosanitarios.
Así, según los resultados obtenidos, cada punto porcentual de aumento de la productividad agrícola en la UE proporciona alimento a más de 10 millones de personas por año, aumenta los ingresos netos de los agricultores europeos en aproximadamente 500 millones de Euros anuales ( un promedio de 500 por agricultor, reduce las importaciones de “tierras virtuales” (superficie necesaria fuera de Europa para producir los alimentos que consumimos pero no producimos) en alrededor de 1,2 millones de hectáreas y ahorra 220 millones de toneladas de emisiones en CO, entre otros aspectos.
Según los autores de este estudio, optar por métodos agrícolas basado en una menor utilización de insumos, supone un 31 por ciento menos de producción, que sería la cifra por la que multiplicar las pérdidas anteriores para ver el impacto total. ‘Este estudio, el primero con base científica llevado a cabo en la materia, cuantifica los diversos beneficios generados por la agricultura productiva en la UE’, afirmó Steffen Noleppa de AGRIPOL GbR, firma de investigación de políticas agrícolas, y uno de los autores del mismo.
Por su parte, Harald von Witzke de la Universidad Humboldt de Berlín y presidente del Foro Humboldt para la Agricultura y la Alimentación, añadió: "Es evidente que, en lo que respecta a la agricultura, la productividad importa, y mucho”.
En palabras de Carlos Palomar, Director General de la AEPLA, Asociación Empresarial para la Protección de la Plantas, ‘Este estudio nos recuerda a todos que incorporar los avances tecnológicos que la ciencia nos proporciona (entre ellos los productos fitosanitarios) garantiza una mayor productividad de nuestra agricultura, y con ello, mejora nuestra calidad de vida, y que el nivel alcanzado no ha venido de la nada. En este sentido, tenemos la esperanza de que este estudio sirva para entender
mejor la importancia de los logros alcanzados por la investigación e innovación en nuestro sector. Sin embargo, para continuar esta tarea, y ofrecer a los agricultores soluciones que faciliten su competitividad, es necesario contar con políticas y regulaciones que fomenten la innovación y permita afrontar los retos de futuro para seguir ofreciendo alimentos saludables y de calidad, a precios asequibles para todos los ciudadanos”, concluyó Carlos Palomar.