Nathan Lawlor espera reducir el precio de los alimentos en la comunidad cultivando localmente a gran escala en invernaderos. Este joven emprendedor de 28 años, residente en Toronto, espera reunir suficiente dinero e interés para construir dos cúpulas geodésicas que funcionen como invernaderos que, según él, podrían producir en torno a 3.000 kilos anuales de frutas y hortalizas entre otras plantas y hierbas.
Creo que el precio de los alimentos aquí es una locura», afirma Lawlor. «Igual que los costes de transporte, los aumentos de precio y todo. Todos los alimentos frescos tienen que llegar por transporte aéreo». Este antiguo residente del territorio autónomo de Nunavut conoció el alto precio de los alimentos cuando era gerente asociado en la empresa North West Co. en Pangnirtung.
Sus prácticas de aumento de precio eran absolutamente extremas», dice riendo. «Así que creo que este proyecto sería beneficioso para la comunidad, porque le aportaría más valor nutricional a su dieta».
El plan de Lawlor se centra en la construcción de dos invernaderos de cúpula geodésica que comenzarían a construirse en junio del próximo año. Cada una es una estructura que mediría casi 13 metros de diámetro y que alojaría un huerto de 232 metros cuadrados.
Los costes para iniciar el proyecto ascienden a 29.000 dólares, lo que incluye los materiales de construcción, los gastos de envío, los suministros y la mano de obra. Según Lawlor, estas construcciones geodésicas cuestan menos que la construcción de dos invernaderos convencionales.
El primer paso es la financiación a través de una campaña de concienciación y recaudación de fondos con el que espera recaudar 150.000 dólares. El resto sería cubierto por subvenciones públicas y privadas.