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Un alto consumo de aguacates reduce la ingesta calórica, señala un estudio

Familias de ascendencia mexicana que consumieron más aguacates que otras redujeron su ingesta calórica al comer menos de otros alimentos como los lácteos, la carne y los granos refinados, con sus componentes nocivos asociados, según un estudio reciente.

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego y de la Escuela Herbert Wertheim de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana realizaron un estudio sobre los potenciales efectos en la salud entre familias que consumieron 3 aguacates por semana y las que consumieron 14 en el mismo periodo.

Nuestros resultados proporcionan evidencia de que una educación nutricional y una alta dotación de aguacates reducen la energía calórica total en familias de ascendencia mexicana”, dijo el autor principal del estudio, el doctor Matthew Allison, jefe de la División de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego.

Los hallazgos, publicados este mes de noviembre en la revista «Nutrients», ofrecen pistas sobre la forma de abordar los crecientes problemas de salud relacionados con la obesidad, particularmente en comunidades de alto riesgo, dijeron los autores.

Para el estudio, los investigadores reclutaron a 72 familias (231 individuos) con al menos tres integrantes mayores de cinco años y residentes en la misma vivienda, sin enfermedades crónicas graves ni dietas específicas e identificadas como de origen mexicano.

Las familias fueron divididas aleatoriamente en dos grupos (de alto y bajo consumo de aguacates) durante seis meses, periodo en el cual recibieron sesiones regulares de educación nutricional.

El motivo del enfoque en familias de ascendencia mexicana fue que los latinos en Estados Unidos tienen una prevalencia más elevada de obesidad y una menor ingesta de nutrientes clave en comparación otros grupos demográficos.

Asimismo, entre los inmigrantes latinos la calidad de la dieta se degrada a medida que adoptan patrones alimentarios estadounidenses, más elevados en carbohidratos refinados y grasas de origen animal.

Los investigadores querían evaluar si un consumo más elevado pero moderado de un solo alimento denso en nutrientes podría mejorar de forma medible la salud general y reducir las disparidades asociadas a la alimentación.

El aguacate fue seleccionado porque es un alimento vegetal de consumo tradicional desde hace miles de años en las dietas de México y partes de América Central y Suramérica.

En términos de nutrición, el aguacate es rico en vitaminas C, E, K y B6, además de riboflavina, niacina, folatos, ácido pantoténico, manganeso, potasio, luteína, beta carotenos y ácidos grasos omega-3.

Aunque los investigadores no detectaron cambios en el índice de masa corporal o la circunferencia de la cintura entre los dos grupos durante el estudio, sí se percataron de que un mayor consumo de aguacates parecía acelerar la sensación de saciedad al comer.

Las grasas y ciertas fibras, como las encontradas en los aguacates, pueden incidir en la ingesta energética total al aportar masa que retarda el vaciado gástrico, regular el impacto de la glucosa y la insulina, prolongar la absorción de nutrientes y modificar las hormonas que indican saciedad.