La campaña empezará el 19 de septiembre en Sant Quintí de Mediona y acabará el 12 de diciembre en Torrelavit.
Tal y como ha explicado la alcaldesa de Sant Pere de Riudebitlles, Rosa Maria Esteve, durante estos meses se facilitará a la población del territorio consejos que ayuden a no tirar comida, y para ello se colgaran carteles y se enviará también información casa por casa.
La idea de la campaña es promover un cambio de comportamiento y de actitud alrededor del despilfarro alimentario y fomentar unas buenas prácticas de aprovechamiento.
Precisamente, por este motivo buena parte de la campaña va dirigida a bares y restaurantes de las tres poblaciones.
Así, los establecimientos que ofrezcan a los clientes que no se hayan acabado el plato la posibilidad de llevarse la comida, recibirán un distintivo colaborador de la campaña.
Por lo que se refiere a los supermercados, los promotores de la iniciativa han reconocido que aún hay mucho trabajo por hacer y que también intentaran informar de la mucha comida que tiran.
Aun así, han destacado que los consumidores tienen también mucho que mejorar porque el problema es que mucha gente se fija más en la estética del producto que en la calidad y acaban dejando en el supermercado "una manzana simplemente porque el color no les gusta".
El alcalde de Sant Quintí, Pol Pagès, ha explicado que la campaña también incluye dos talleres de cocina teóricos y prácticos que se llevaran a cabo en las tres poblaciones.
Uno lleva por título ‘Taller de conservas con excedentes de frutas y hortalizas’ y, el otro, ‘Taller de cocina de aprovechamiento’, y ambos serán gratuitos, ya que están financiados por la Diputación de Barcelona.