Con 145.000 habitantes escasos y situada históricamente a la cola de las provincias en cuanto a desarrollo económico, Teruel aparece ahora entre los 10 territorios españoles que más extranjeros contrata en sus países de origen para cubrir puestos de trabajo que no quieren los españoles, uno de los procedimientos legales que existen para traer inmigrantes.
Ocupa, concretamente, el noveno lugar. Según datos oficiales publicados por El País el pasado mes de agosto, en 2006 los empresarios turolenses obtuvieron autorización para traer en total a 4.532 inmigrantes. La cifra, muy lejos de los 61.121 aprobados para Huelva y de los 21.697 que se concedieron a Madrid, es superior, sin embargo, a la de Tarragona, con 4.445 solicitudes aprobadas, o a las de Castellón y Valencia, zonas que ni siquiera figuran en el listado por registrar una cantidad menor.
A finales de este año, los números podrían no variar mucho, pues en el primer semestre los empresarios de Teruel ya solicitaron la llegada de 2.781 personas de otros países. No todas las peticiones serán aprobadas, pues deben cumplir una serie de condiciones que aseguren que los contratos son reales y que existe trabajo para todos los recién llegados.
La construcción, la agricultura y la ganadería poco mecanizadas y la industria, sobre todo la agroalimentaria, son los sectores que más inmigrantes importan, hasta el punto de que, como explicó el jefe de la Dependencia Provincial de Trabajo y Asuntos Sociales, organismo dependiente de la Subdelegación del Gobierno, Jesús Villel, su desarrollo hoy en día en Teruel sería muy difícil de no ser por la presencia de extranjeros.
