El aumento de la demanda de alimentos, que se disparará precisamente en grandes países emergentes, como China o India, ya que a su incremento poblacional unirán el de su poder de compra, obliga a implementar una agricultura «de precisión», que aumente su productividad y consuma menos recursos naturales.
Las nuevas tecnologías permiten aplicar ya la denominada «agricultura de precisión», que ahorra recursos y aumenta la productividad de los cultivos al individualizar la siembra, el riego, abono y recolección planta a planta y con seguimientos informatizados.
El director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda, ha destacado la importancia de apostar por estas nuevas tecnologías y porque, en su opinión, sólo con ellas será posible «producir más alimentos con menos recursos».
Ha vaticinado la consolidación de la agricultura de precisión y de la agricultura «climáticamente inteligente, porque serán las únicas capaces de «seguir produciendo más alimentos para atender la demanda de una población creciente, pero usando menos agua y menos fertilizantes o recurriendo a la genética vegetal».




















