Así lo ha asegurado Dedominici en la jornada organizada por dicha esta compañía y en la que se ha homenajeado la labor de Silva.
Al recoger el galardón, Silva ha afirmado que "los reconocimientos generalmente se dan cuando te vas a morir o te vas de un sitio, y puedes pensar que a enemigo que huye puente de plata, o porque la gente cree que algo bueno has hecho; y como los anteriores casos no lo son, será que algo bueno he hecho".
En su opinión, desde que el hombre empieza a cultivar la tierra siempre ha habido una tensión que proviene en torno a la producción de los alimentos, el ganado, la energía o los materiales que se producen.
Ha precisado que esa enorme tensión se ha visto aumentada en los últimos 25 años en los que se ha asistido al fenómeno de "la globalización acelerada y el aumento de la población, que ahora se ve venir de forma clara, con esos 2.000 millones de habitantes que vamos a tener que alimentar".
Pero no solo será alimentar, ha precisado, sino que usarán cosas que se producen en el campo, "pero no nos podemos imaginar qué se producirá en el campo en los próximos 10 años; aún no se sabe lo que la evolución y la innovación pueden generar, teniendo en cuenta que las tierras son más o menos fijas, constantes".
En cambio, "sí se pueden hacer muchas más cosas en las tierras existentes, hay que producir más y mejor, algo que parece un reto contradictorio", ha señalado.
Para Silva, la ciencia es ilimitada en su capacidad de creación, su "único problema es que hay que financiarla".
En este sentido, ha remarcado que considera bueno que una empresa invierta para tener un beneficio si éste contribuye a que un sector prospere.
A su juicio, los problemas actuales en el plano comercial no son arancelarios, ni de contingentes, "son problemas de adecuación normativa y todo ello pasa por un conocimiento científico".
Ese vínculo entre ciencia, normativa y comercio "hay que desarrollarlo en el futuro", ha insistido.
Ha apuntado que Europa puede estar en momentos mejores o peores, pero "si hay algo que se tuviera que salvar es la metodología comunitaria, el hecho de que se trabaja por consenso".
"En un momento en el que el mundo está crispado, pienso que trabajar con muchos enfoques consensuales nos facilitaría mucho la vida", ha remarcado.
