Con las primeras lluvias de otoño hace también acto de presencia en la provincia de Huelva la Drosophila suzukii, una de las plagas más temidas por los productores de frutos rojos en general y de frambuesas en particular. Pero desde la pasada campaña, SP Soluciones Agrícolas tiene la solución en forma de control biológico de plagas con insectos auxiliares: Trichopria drosophilae, una pequeña avispa parasitoide de moscas que ha mostrado una rápida adaptación a esta nueva plaga. “A diferencia de otros parasitoides, como Asobara tabida, la Trichopria supera la fuerte respuesta inmune que muestra la mosca suzukii y, después de desarrollarse por completo en el interior de la larva, emerge un nuevo adulto dispuesto a parasitar”, explica Mateo Aroca, director técnico de SP Soluciones Agrícolas.
La hembra de Trichopria busca las pupas ocasionadas por la Drosophila suzukii y deposita un huevo en el interior de la larva en desarrollo, matándola rápidamente. Una sola hembra puede parasitar entre 40 y 50 pupas.
El formato comercial del producto de SP Soluciones Agrícolas, Trichopria500, es un envase de 500 pupas avanzadas y adultos recién emergidos de Drosophila suzukii. Una vez distribuidas por las zonas afectadas, las avispas comenzarán la búsqueda activa de otras pupas que parasitar.
El equipo técnico de SP Soluciones Agrícolas recomienda utilizar la Trichopria drosophilae como método preventivo o en la fase inicial de desarrollo de la plaga, tanto en el cultivo de frutos rojos como en sus inmediaciones, con la finalidad de establecer una población local de parasitoides que obstaculicen el desarrollo incontrolado de la Drosophila suzukii. En otoño, antes de las primeras lluvias, y en primavera. Y entre 2.000 y 4.000 individuos por hectárea en varias sueltas repartidas a lo largo del ciclo del cultivo.
“La Trichopria constituye la base de una estrategia de control integrado de plagas basada en la reducción del uso de plaguicidas ya que, previsiblemente, la Drosophila suzukii desarrollará resistencia a insecticidas si el agricultor intenta combatirla únicamente a base de este tipo de productos, como ya ha ocurrido con otras plagas como la araña roja”, continúa con su explicación Mateo Aroca.
La eficacia de la Trichopria drosophilae se mide comparando los resultados de las trampas de monitoreo de cada año. “Con toda seguridad, la entrada de moscas suzukii cada campaña será mejor que la anterior”, sentencia Aroca.
Sobre la ‘Drosophila suzukii’
La Drosophila suzukii es una mosca del vinagre muy polífaga con preferencia por los climas frescos y húmedos, pero con una gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones climáticas. Su presencia en la provincia de Huelva, concretamente en el área de cultivo de los frutos rojos, se detectó por primera vez en noviembre de 2012, según un aviso de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF).
Desde entonces, la frambuesa es el fruto que ha sufrido los daños más importantes por ser un cultivo que se halla bajo plástico, por su porte y por su elevada vegetación. Todo ello propicia un microclima con una humedad relativa alta y temperaturas suaves, haciéndola más susceptible a su ataque. Algo parecido ocurre en el caso de la mora, con la que comparte características vegetativas. Por su parte, en el arándano el riesgo de ataque aumenta cuanto mayor sea su porte en el invernadero y en condiciones especiales de elevada humedad relativa.