Además denunció la falta de inspecciones y normas, así como las malas condiciones laborales y los continuos casos de violencia contra las mujeres. La UIF, que representa a 421 sindicatos en 127 países, colabora con algunas de las mayores multinacionales del mundo, que «fijan los estándares de producción al resto de empresas» en un mercado tan concentrado como el agroalimentario.
La dirigente de la organización, que también representa a empleados de hoteles, restaurantes e industria tabaquera, ha pedido que «se escuche su voz y se reconozca su representación». La agricultura emplea a más de 1.000 millones de personas en el mundo, casi un tercio de la mano de obra global, y aunque su proporción está en baja, todavía es una importante fuente de trabajo en los países pobres.