Este proyecto pretende aumentar la producción y las exportaciones con el objetivo de revertir la caída de la industria bananera del país mediante asistencia técnica, nuevas infraestructuras, certificación GlobalGAP y produciendo alrededor de 120.000 plantas nuevas cada año.
Por el momento, hay una iniciativa supervisada por la Junta de la banana que se ha puesto en marcha para abrir la puerta a nuevas variedades que podría revalorizar el mercado, como son variedades con alto nivel de resistencia a Sigatoka Negra y más productivas.