El coordinador del grupo de seguros de Cooperativas Agro-alimentarias, Ignacio Molina, advierte de que la bajada de diez puntos del apoyo estatal a la contratación de seguros ocasionará un fuerte encarecimiento en las líneas que quedan pendientes de abrir en el tramo final del año, especialmente los frutales, dada su importancia (pesa un 25 por ciento en el sistema nacional).
De igual modo, Molina apunta que el escenario se complica más aún porque ninguna comunidad autónoma, salvo Navarra, tiene previsto aumentar las aportaciones para apoyar la contratación.
Respecto al plan 2016, que se aplicará en 2017, Molina pide al Ministerio que ponga en marcha algún procedimiento que pueda salvaguardar el sistema y evite que los seguros "se vengan abajo", de igual forma que en el ejercicio actual el Mapama ha incrementado en casi 60 millones de euros el presupuesto, en un contexto difícil.
Desde el Departamento Técnico de Asaja, Goyo Juárez valora el esfuerzo presupuestario que ha realizado el Mapama, al aprobar un crédito extraordinario de 56 millones para el plan actualmente en vigor -pasó de los 211,2 iniciales a los 267- pero cree que es insuficiente porque las líneas de seguros que quedaban por abrirse este año -frutales, energéticos y forrajeros- tendrán menos apoyo.
En concreto, estas líneas tendrán un encarecimiento para los productores que puede oscilar entre el 18 y el 40 por ciento, estima.
Respecto al plan de 2016, que se aplicará en 2017, Juárez recuerda que hay una prórroga presupuestaria en vigor pero, en todo caso, Asaja pide al Ministerio que amplíe en cuanto sea posible los créditos extraordinarios para el sector -adicionales a la ficha presupuestada actual de 211,2 millones- para evitar que se reduzca la contratación de seguros debido a su encarecimiento.
El responsable del Área de Seguros Agrarios de COAG, Pedro García, critica, de igual modo, la "bajada tan drástica" de diez puntos en el apoyo a la contratación, que supondrá una subida del coste para los productores que sitúa entre el 30 y el 50 %.
No obstante, García afirma que el sector alberga "esperanzas" de que pueda matizarse la medida en el futuro y que, al menos que esos 10 puntos de recorte, puedan quedar próximamente en 5, como mucho.
Los ajustes pueden tener como consecuencia que caiga la contratación de seguros agrarios próximamente e, incluso, que "sobre dinero" de las partidas presupuestarias por falta de ejecución.
Mientras tanto, fuentes de UPA detallan que, aun siendo conscientes del desfase presupuestario sobrevenido, "este Plan establece como única medida un hachazo de 10 puntos porcentuales en las subvenciones, que generará un colapso en la contratación".
Subrayan que "las líneas rojas del Ministerio siempre han pivotado sobre el respeto e incluso reforzamiento de dos políticas estrella y estratégicas del Departamento", por lo que "no llegamos a entender esta postura de desmantelar la política de gestión de riesgos".
Para UPA, si lo que se pretende es la viabilidad del sistema, "flaco favor se le hace con esta medida, que lo único que incentiva es la permanencia en el mismo de los asegurados deficitarios", por lo que advierte que la consecuencia directa será que "la siniestralidad se dispare y las primas se encarecerán impidiendo la entrada de nuevos asegurados que vendrían a compensar el desvío".