El Grupo ha informado en nota de prensa de que es necesario formalizar un contrato que, por una parte, defina una hoja de ruta en el desenganche de la Caja Rural extremeña y, por otra, ponga fin a las relaciones que las partes ostentan en el Sistema Institucional de Protección (SIP).
Este proceso debe de llevarse a cabo de la misma manera que cuando se constituyó el Grupo Cooperativo Ibérico, en el año 2011, por las tres cajas rurales, fue preciso formalizar un extenso documento contractual, que requirió la aprobación del Banco de España y de cada uno de los Consejos Rectores y de la Asamblea de cada entidad.
La primera reunión de trabajo para redactar este «extenso y pormenorizado» documento, que facilite ambos objetivos, se va a celebrar mañana miércoles en Madrid.
Dado que, además, una vez que quede redactado, y tenga un primer visto bueno del Banco de España, tiene que pasar por la aprobación de los respectivos órganos rectores de cada caja que hasta ahora integran el Grupo Cooperativo Ibérico, se espera que el calendario de este proceso necesario pueda quedar concluido entre finales de diciembre y principios del mes de enero de 2014, a fin de que quede todo cerrado de manera formal.
Cuando se constituyó se necesitaron varios meses de negociación y formalización del contrato que rige el actual Grupo Cooperativo Ibérico y, por lo tanto, se hace preciso ahora seguir el mismo camino con la salida de Rural de Extremadura del mismo y recorrer los mismos pasos que entonces se dieron, y que son de obligado cumplimiento desde el punto de vista legal.
Hasta ahora el único documento aprobado fue un protocolo de intenciones entre Caja Rural de Extremadura y Grupo Cooperativo Ibérico (SIP) por el cual se establecían las líneas básicas de la resolución.
Con el nuevo documento se concretarán, especificarán y aclararán aquellos aspectos necesarios para poner fin a las relaciones contenidas en el citado contrato y se establecerán los procedimientos y fases para la consecución de tal objetivo, ya que es voluntad de ambas partes «acelerar al máximo este proceso», señala el Grupo Cooperativo Ibérico en su nota.