Todo indica que pese a la oposición más o menos clara de algunos países europeos, entre ellos Hungría, Grecia e Italia, la Unión mantendrá las sanciones, al considerar que Moscú no se esfuerza en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk para el arreglo de la crisis ucraniana.
La lista de productos europeos prohibidos -frutas y verduras, carnes y pescados, y lácteos- no se ampliará, aseguró el ministro de Agricultura ruso, Alexandr Tkachiov.
La prorroga del embargo, anunciada en una reunión entre Medvédev y la Unión de Industriales y Empresarios de Rusia, fue aceptada con optimismo por las patronales del sector agroalimentario.
Agricultores y ganaderos rusos han aprovechado las contrasanciones- en vigor desde agosto de 2014 y extensibles también a Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega y Japón-, para ocupar cuotas de mercado que estaban en manos de compañías occidentales.
Mientras tanto, los Veintiocho tienen previsto abordar en junio las sanciones económicas contra Rusia, antes de que expiren el 31 de ese mes.
El Consejo Europeo vinculó en marzo de 2015 la duración de las medidas restrictivas a Moscú con la plena implementación de los acuerdos de Minsk entre Kiev y los rebeldes prorrusos, que incluyen un alto el fuego, la retirada del armamento pesado o la devolución de la gestión de la frontera este a las autoridades ucranianas.