«A día de hoy todavía se desconoce el origen de esta contaminación y no hay ninguna prueba de que esta se haya producido en el país de origen». Así de contundente se mostró ayer la ministra de Medio Rural, Rosa Aguilar, que encabezó la ofensiva de España en defensa de las acusaciones de Alemania y de la UE que han puesto a los pepinos españoles en el origen de la infección generalizada provocada por una cepa virulenta y agresiva de la bacteria E. coli
Los análisis demuestran que la cepa O104-H4 ha sido localizada en Alemania en tres muestras de pepino procedentes de España, pero lo que tanto los ministerios de Sanidad como de Medio Rural, al igual que los productores de hortalizas y sindicatos agrarios, ponen en duda es de que España haya sido el origen de la contaminación.
Esta partida se envió al Mercado de Hamburgo el pasado 12 de mayo procedente de España y no puede descartarse ninguna hipótesis. De hecho la Unión Europea indicó en la jornada de ayer de boca del portavoz de Sanidad de la Comsión, Fréderic Vincent, que «la contaminación con esta bacteria puede producirse en cualquier etapa, desde el momento de la producción hasta en la descarga o instalación en el mismo comercio».
